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La Paradoja de Ícaro en el Deporte

Hoy hablaremos de la Paradoja de Ícaro descripta por Danny Miller en 1990 en su libro homónimo. Miller se dio cuenta que la vieja historia de Ícaro sigue vigente y puede enseñarnos sobre la dinámica del éxito, declive y renovación.


En este artículo vamos a ver cómo nuestro principal activo también puede ser nuestra mayor amenaza.

Ícaro fue una figura en la mitología griega que, prisionero en una isla, creó unas alas con plumas y cera de abejas para escapar. Enamorado de su nueva habilidad para volar, ignoró las advertencias de su padre de no acercarse demasiado al sol. A medida que lo hacía, la cera de abejas se iba derritiendo.

Finalmente, sus alas se derritieron y cayó en picada en el Mar Egeo, encontrando su muerte.


El poder de Ícaro, las alas que lo llevaron al éxito de poder abandonar la isla, fue también su condena. Esta paradoja se aplica en numerosas organizaciones en las que sus victorias y fortalezas, se convierten en conductas de exceso de confianza que causan sus caídas.


La Paradoja de Ícaro en las Organizaciones Deportivas


El éxito lleva a la especialización y exageración, a la confianza y la complacencia. Se podría llamar arrogancia o ingenuidad, pero hay una cierta ceguera en juego, ceguera a los peligros de continuar un curso de acción previamente exitoso durante demasiado tiempo.


Con el paso de los años, las organizaciones deportivas comienzan a centrarse en lo que las hizo exitosas (un equipo, un técnico, programas deportivos, servicios, procesos, etc.). Inicialmente eso les sirve y se vuelven aún mejores. Pero, siempre que elegimos, lo hacemos a expensas de algo, las organizaciones dejan de ver otras oportunidades, otros modelos que pueden aprovechar y no respetan las acciones de su competencia porque ellos ya tienen la receta del éxito.


Cuando creemos tener la receta del éxito, el mercado cambia, el cliente cambia y ya nos queda vieja. Las estrategias que ayer nos resultaron, mañana pueden llevarnos al descenso o peor, a la quiebra.



“Stay still means going backwards”, Roger Federer.

Los Héroes


Los héroes que dieron forma a la fórmula ganadora ganan adulación y autoridad absoluta, mientras que otros caen a ser ciudadanos de tercera clase. La organización se transforma en una religión monoteísta en la que sólo es importante la opinión de esa persona.


¿Quién se atrevería en ese contexto a llevarle la contra?

¿Quién se animaría a desafiarlo y decirle que el camino que estamos tomando no es el correcto?



"El fracaso enseña a los líderes lecciones valiosas, pero los buenos resultados solo refuerzan sus preconceptos y su atadura a las verdaderas y probadas recetas", Danny Miller.


Historia repetida


¿Cuántas veces vimos en el deporte que el segundo mandado de un presidente exitoso no fue tan bueno como el primero? ¿Por qué es tan difícil que los técnicos logren resultados sostenibles en el tiempo?


Cuando un equipo pierde, la Tribuna reclama al héroe que nos ha llevado a la gloria en el pasado. Pero nosotros tenemos que estar más allá de la pasión, idolatrar sólo estrechará su visión y le hará creer que todo lo que hace está bien, que puede seguir utilizando sus antiguas fórmulas y, tarde o temprano, lo que nos ha llevado al éxito, nos conducirá al fracaso.

Pero, ahora que lo saben, no podemos echarle solo la culpa a él o ella, a la hinchada, a la competencia o a lo dinámico que es el nuevo mundo. Es nuestra responsabilidad crear el cambio en lugar de adaptarnos a él, no conformarnos, salir de nuestro lugar de comodidad antes de que sea tarde y sobre todo buscar nuevas soluciones, nunca dejar de ser creativos.


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